Descripción
Los nuevos desarrollos en neuroendocrinología de la función mnemónica no solo no refutan la teoría freudiana respecto del concepto de represión o disociación, sino que por el contrario confirman las especulaciones de Freud; pero sí ponen en evidencia las limitaciones de laboratorio que la época le impuso a sus explicaciones. Por ejemplo, al intentar develar el tipo de vinculación somato-psíquica existente entre las conversiones histéricas y el trauma psíquico, sindicado como su antecedente, intentó revertir los prejuicios y resistencias imperantes en la ideología de su época, que rechazaba que fuesen los procesos psíquicos los que producían las alteraciones somáticas; sin embargo admitió que todos sus intentos por deducir de estos hechos una localización de los procesos psíquicos, o de cómo las ideas se almacenaban en las células nerviosas y de cómo las excitaciones recorrían el curso de las fibras nerviosas, hubieron de fracasar. En Reminiscencias, ¿Un mecanismo restaurador o desestabilizador?, he defendido la relevancia del mecanismo del evocar (avocar) y del disociar, como un mecanismo restaurador o desestabilizador de procesos tanto psíquicos como somáticos, fundamentando esta proposición en infinidad de desarrollos investigativos en el área de la neuroendocrinología de la función mnemónica.
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