Descripción
En Respuesta a Job, C. G. Jung (1875-1961) se propone elucidar ciertas ideas religiosas tradicionales y, para ello, recurre tanto al entendimiento como a la emoción. “No puedo servirme únicamente de una objetividad fría, sino que, para poder expresar lo que siento cuando leo ciertos libros de la Sagrada Escritura o cuando recuerdo las impresiones que he recibido de nuestra fe, tengo que dejar hablar también a mi subjetividad emocional.”
En diálogo con la segunda Guerra Mundial, Jung retoma y actualiza la eterna pregunta: ¿por qué un Dios bueno y omnipotente permite que suceda el horror, la injusticia y la mentira? Su respuesta nos permite profundizar en la reflexión en torno a la angustia pero también a la esperanza que, a pesar de todo, pervive en nuestro mundo.
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