Descripción
En este libro –resultado de diez años de estudios, investigaciones y publicaciones, situados entre 1997 y 2006– Sebastián León propone una concepción del psicoanálisis edificada sobre las bases de una filosofía existencial y de una epistemología crítica del positivismo cientificista. Plantea una clínica psicoanalítica que no depende de parámetros técnicos (frecuencia de sesiones, utilización del diván, uso sistemático de herramientas interpretativas, etc.), sino de una ética terapéutica más allá de la técnica: una actitud de cuidado hacia el padecer singular del paciente, fundada en una escucha abierta de lo inconsciente. Estas propuestas cobran especial relevancia en una época en la cual somos testigos de cómo el progreso técnico suele ir acompañado de postergación de la subjetividad y de malestar social.
El psicoanálisis es psicoterapia psicoanalítica: esto significa que no podemos reducir la práctica del psicoanálisis a una técnica adaptativa, olvidándonos que allí está en juego lo inconsciente; pero tampoco podríamos concebirla como una mero método de investigación del inconsciente, despreocupado tanto del sufrimiento concreto del paciente como del vínculo real y presente con el terapeuta o analista. El psicoanálisis, concebido como psicoterapia psicoanalítica, aparece como una relación interpersonal de genuina preocupación y cuidado hacia la persona del paciente, en la cual se vuelve posible (si el terapeuta no se refugia en la intelectualidad de la teoría ni en una técnica impersonal) lo que ya anunciaba la propia etimología de la voz «psicoanálisis»: la desatadura del psiquismo y el consecuente alivio del sufrimiento humano.
El presente libro desarrolla y profundiza la distinción entre una actitud técnica y una posición ética en la psicoterapia psicoanalítica, recorriendo las implicancias de una ética terapéutica más allá de la técnica en diversos niveles: una lectura novedosa de los fundamentos filosóficos del psicoanálisis, una revisión de los aportes de diversos autores psicoanalíticos clásicos y contemporáneos, un estudio de la psicopatología y de la práctica clínica, y un análisis crítico del lugar del psicoanálisis en la historia política y en la institución universitaria. A partir de estos análisis, el autor propone un psicoanálisis que se asume no solo como una ética terapéutica más allá de la técnica, sino que también como una práctica crítica y políticamente implicada, muy distinta del mito cientificista de un método neutral.
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