HERRAMIENTAS QUE APOYAN LA SEGURIDAD DEL PACIENTE – JORGE ALFONSO PÉREZ CASTRO Y VÁZQUEZ

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Descripción

Si bien los avances científicos y tecnológicos han significado un gran beneficio para la salud de la población, el riesgo de ocasionar daño a los pacientes durante el proceso de atención médica es cada vez más evidente. De acuerdo a las estimaciones realizadas en el informe del Instituto de Medicina de Estados Unidos (IOM): To err is human, publicado en 2001, entre 44,000 y 98,000 estadounidenses fallecen cada año debido a errores prevenibles en el proceso de atención a la salud, cifra superior a la ocasionada por problemas como los tumores de mama, los accidentes de tráfico o la infección por el VIH; el informe fue detonador de cambios importantes a nivel internacional para mejorar la seguridad del paciente y reducir los riesgos asistenciales, así como de múltiples estudios en varios países dirigidos a estimar la magnitud del problema.

Entre los diferentes estudios realizados, la prevalencia de eventos adversos en pacientes hospitalizados varía entre 3.2 y 16.6%. El Estudio Iberoamericano de Eventos Adversos (IBEAS), realizado en cinco países de Latinoamérica, incluyendo México, reportó una prevalencia de 10.5%,2 cifra muy cercana al promedio mundial de 10%. Los puntos rojos encontrados en el IBEAS son las infecciones nosocomiales y los eventos adversos relacionados con los procedimientos, ambos en estrecha relación con el quehacer diario de la atención quirúrgica.

Investigaciones y estudios sociológicos y psicológicos constatan que el error es inherente a la condición humana; es inevitable que se cometan errores, ni los profesionales más experimentados están libres de perpetrarlos. Lo que es evitable es que el error siga su curso y el accidente o daño al paciente ocurra; esto puede lograrse detectado los riesgos de que se presente un evento adverso y contenerlos a través de sistemas redundantes que eviten que se traduzcan en daño a los pacientes.

Un aspecto fundamental en materia de seguridad es cómo prevenir el daño a los pacientes durante su tratamiento y cuidado.

El aprendizaje de los errores, fallas, cuasi fallas y cuasi errores, para evitar que se presenten de nuevo, fortalece los sistemas de salud.

Se tiene conocimiento de que la mayor parte de los problemas no son sólo una serie de azar sin conexión o eventos aislados; se reconoce que los errores en el proceso de atención a la salud son provocados por la debilidad de los sistemas, y muchas veces tienen causas comunes que pueden ser generalizadas y corregidas. Aunque cada evento es único, al analizar los distintos tipos de eventos adversos se han encontrado patrones que se traducen en factores de riesgo que una vez identificados permiten su detección y prevención.

Ante este panorama, la Academia Mexicana de Cirugía y la Fundación Academia Aesculap México, en colaboración con el Consejo de Salubridad General y otras instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría de Salud, la Asociación Mexicana de Cirugía General (AMCG) y la Sociedad Mexicana de Calidad (SOMECASA), han considerado la conveniencia de contar con herramientas de trabajo que permitan en una forma rápida, pero consistente, analizar las posibles causas de los eventos, establecer líneas de mejora y priorizar su ejecución de acuerdo a la gravedad de los eventos y su frecuencia de presentación. Por otro lado, también se ha incluido un glosario de términos en materia de seguridad del paciente con la finalidad de homologar criterios y facilitar el lenguaje en esta materia.

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