Descripción
«Yo soy, tú eres, él es, todos somos… lo que queda después de las pérdidas que sufrimos. Sufrimos por la ausencia de los objetos del amor pero seguimos soñando; el sueño y el fantasma son nuestra cura espontánea. Tan normal es que nos consolemos soñando como que nos aflijamos cada vez que perdemos algo, incluyendo las ilusiones y los ideales, las aspiraciones que no se concretaron, las fantasías que yacen en un horizonte que retrocede.» Obra en conmemoración del libro de Freud, Duelo y melancolía.
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