Descripción
Es fácil pensar en el deseo como protagonista principal de la vida. En su discurrir, unos deseos cabalgan sobre otros envolviendo al hombre en un tejido que se entretela con el discurso, con el cuerpo y con las cosas. Este ensayo trata de desmenuzar ese remolino confuso para conocer su geometría, perfilar sus límites y explorar los tiempos que lo acotan.
El deseo, concebido como un flujo curvo que discurre entre el placer, las ilusiones y la moral, se deja querer a lo largo del libro para mostrar los juegos dialécticos que establece entre la igualdad y la diferencia, la vida y la muerte, la pulsión y el placer. Bajo estas tensiones se pavonea o se ensombrece, se agiliza o se demora.
Tras la invitación inicial, el autor narra las polémicas clásicas en torno al control de las pasiones y el dominio de los deseos. Los esfuerzos del estoico, las complacencias epicúreas, la ascesis cristiana o la ambición libertina, brindan sus ventajas y justifican su razón de ser.
Poco después, el curso del texto se detiene en la observación de las respuestas subjetivas que, desde un punto de vista más freudiano, forjan los individuos para dar salida a la insurrección del deseo y a sus satisfacciones más ocultas. Los métodos histéricos, obsesivos o transgresores muestran en ese momento su sabiduría y sus aristas. El estudio se cierra revisando el auge del deseo de poder. Pues el poder se cierne sobre el deseo revelando el antagonismo que acompaña a todas las cosas humanas.
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